Es el que forma parte de la estructura del cabello pertenece al tipo V y se encarga de aportar firmeza, elasticidad, cuerpo y tersura. Tiende a desaparecer con la edad y por las agresiones externas (sol, aire, viento, secadores o tratamientos de peluquería agresivos). Como consecuencia de esa falta o merma, el pelo se apaga, se vuelve débil, quebradizo, fragil, sin brillo y puede llegar a caerse.